Fue rarisima! a falta de palabras para definirla.
Una noche de platicas de ñoños, con leche y galletitas, ah no esa época ya paso, y la extraño, porque ahora se necesita del alcohol para hablar de la vida personal y los secretos que por fin serían revelados....(no es que no los supiera pero al fin de primera persona)
Fue como ir al confesionario, él ,enfrente, tomando de manera femenina la copa de vino, tomaba un sorbo y luego pregunto de forma casual, ¿y qué quieres saber? ah!!! no!!! respondi yo... si, totalmente ofendida, no estabamos en un interrogatorio. Entonces ella, como madre de toda la sabiduria lo insitó a platicar mas que a confesar, que lindo se siente confiar de nuevo en aquellos que quieres y conoces desde hace tanto tiempo, aunque confieso que no confiaba solamente por mi ego, me dolió un poco que no fuera la primera en saber.
Aunque su elección por esa persona fue un poco obvia y le resulto bien, seguía ofendida aparte de una borrachera anterior donde ofendió mi reputación pero pufff no queremos recordar cosas feas.
Y me dijo que se había enamorado, lo que había sentido y me sorprendio que me dijera que era el activo, siempre le vi cara de pasivo, vaya sorpresas que tiene la gente.
Bueno eso fue por el viernes, sabado lindo, de union de almas, y asi todo lindo con pastel de tres leches, explicacines larguisimas de bancos, coches y frustraciones.
Pero el domingo, ah supongo que tenia menos ganas de aguantarlo, y el traia muchas ganas de fastidiar, un alejamiento primero me dijo "basta, no me acercare si tengo que rogar" y ahi se vio lo mamona que puedo ser, los comentarios duros y directos, sin quitarle lo hiriente.
Fue un adios a la noche frio, seco e inseguro, en parte porque así me sentia en parte porque él no senía nada...
Y el lunes... ah no hablemos del lunes que lo único respetable y mágico fue encontrar la reina de los condenados...
Que fin... en fin.